La semilla creciendo |
Este movimiento simboliza una diminuta semilla que va creciendo hasta convertirse en un árbol. Es una forma maravillosa de enseñar a los niños la interacción que existe entre la tierra, el sol y las semillas. La semilla creciendo te ayuda a seguir con tu actividad cuando te sientes "estancado", aletargado o pesado. Desbloquea además la energía y te ayuda a adoptar la postura corporal correcta y a controlar los músculos. 1. Ponte en cuclillas y hazte un ovillo como si fueras una pelotita. Ponte las manos sobre el rostro para cubrirte los ojos. Imagina que eres una semillita enterrada bajo la tierra esperando la llegada de la primavera. Respira con suavidad y siente la tierra a tu alrededor, el repiqueo de la lluvia y la calidez del sol penetrando a través del suelo. 2. Empieza a desenrrollarte lentamente manteniendo las manos sobre los ojos, levanta la cabeza y los hombros y estira poco a poco las piernas. Ve levantándote como si fueras un brote creciendo hacia el sol. En el momento en que el brote sale de la tierra, estira lentamente los brazos por encima de la cabeza, abre del todo los ojos, inhala profundamente, y exhala un largo "ahhhhhhhhhhhh". Repite este sonido tres veces, inhalando profundamente después de emitirlo cada vez. Imagina que la energía del sol fluye por todo tu cuerpo. Cuando hacemos yoga cultivamos las semillas de paz, amor y sabiduría que hay en nuestro interior. Considera las practicas de yoga como unas herramientas que sacan las piedras de los campos y aran la tierra, para que las semillas puedan crecer sin ningún obstáculo. |
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