La Ley del Dharma |
Dharma proviene de la raíz sánscrita dhri que significa “sostener, mantener, preservar”. La ley del dharma es un conjunto de leyes que mantienen el orden del universo, y que se encuentran registradas en las Escrituras Sagradas llamadas dharma-sastras , donde se define en forma precisa cómo debe actuar el ser humano, no sólo de acuerdo a su posición social o espiritual, sino también conforme al orden cósmico; ya que hay una estricta correspondencia entre ambos.Dharma significa deber ocupacional, es una cualidad inherente e inseparable de la naturaleza. Por ejemplo, el azúcar es dulce, el dharma del azúcar es la dulzura. El chile jalapeño es muy picante. Lo picante es el dharma del jalapeño. Si el jalapeño se vuelve dulce y el azúcar se vuelve picante, es adharma. La naturaleza humana tiene que ser disciplinada, controlada y guiada por reglas y regulaciones, eso es dhármico; de lo contrario, al igual que los ríos cuando crecen, traerán desastres en la vida de los demás y del medio ambiente que le rodea, eso es adhármico. “Adharma” es ausencia de orden, una especie de mal que todo lo distorsiona. Se traduce en ambición, orgullo, envidia, pereza, violencia y apetito por los placeres físicos, entre otros. En resumen, la vida sensual es adharma y la vida espiritual es dharma. Dharma también podría traducirse como “la causa última”, que expresa la razón de ser de un objeto, “la causa última” de su existencia. Dharma define la función de la ley del karma y ha sido establecida por Dios mismo. LOS CUATRO PILARES DEL DHARMA a) Misericordia: Rechazo a la violencia y a comer carne. b) Austeridad: Rechazo a tomar alcohol, drogas y demás intoxicantes. c) Veracidad: Rechazo los juegos de azar y a las especulaciones. d) Pureza: Rechazo a la vida sexual ilícita o fuera del matrimonio. Esta escala de valores es universalmente válida y no depende de ninguna opinión individual. Podemos pensar que lo que hacemos es correcto, y hasta justificarlo intelectualmente impresionando a los demás; sin embargo, si nuestras actividades no están en conformidad con la definición universal de lo que es el bien, recibiremos una reacción negativa. La libertad de pensamiento y acción, tan propagadas en la actualidad, generalmente son malentendidas como una oportunidad de hacer lo que queramos. Si bien tenemos un libre albedrío, no dejamos en ningún momento de ser responsables de nuestras acciones. Nada puede estar más lejos de la realidad que el creer que la violación de la ley del dharma puede quedar impune. |
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