Aunque ya está implícito en su definición, el objetivo primordial del Yoga es encontrar la unidad del ser humano en la diversidad de niveles en que transcurren sus días, para lograr la meta suprema de la vida que es su autorrealización o amor divino por Dios, el Señor Supremo, a través del servicio con devoción.

Sin embargo, en cuanto a las prácticas se refiere, los objetivos están en función de los intereses de los practicantes quienes llegan al Yoga con diversas expectativas. Para unos, el Yoga es un medio de lograr una excelente salud física y belleza. Para las personas enfermas, comienza siendo una terapia complementaria. Para otros, Yoga es la forma de conocerse mejor así mismos y desarrollar al máximo sus facultades mentales e intelectuales, convirtiéndose esta práctica en la vía hacia un conocimiento superior y realización personal. También es una filosofía de vida equilibrada, sin perder la conexión con el ser espiritual esencial en un mundo moderno de mucha tecnología, agitación y confusión. El objetivo lo marca el propio practicante; y en este sentido, uno mismo es testigo de su propia experiencia.