Sarvangasana - La vela |
Vela o postura parada de hombros Técnica: Acuéstese boca arriba con los pies juntos y las manos a los costados, con las palmas hacia abajo. Usando los brazos como palancas, levante las piernas y la espalda a una posición vertical. Doble los codos y use los brazos como soportes presionando la espalda con las palmas para mantenerlos firmes. Las piernas y tronco deben extenderse derechos hacia arriba formando un ángulo recto con su cuello, el pecho debe estar presionando la quijada. Modificación 1: Doble la rodilla derecha y ponga el pie sobre el muslo izquierdo. Doble las caderas hacia adelante y ponga la rodilla sobre su frente. Quite el pie derecho del muslo izquierdo. Doble la pierna izquierda y repita el mismo proceso. Modificación 2: Doble las caderas hacia delante y baje sus piernas hasta que lleguen a una posición horizontal con la cabeza. Retenga el aliento adentro al asumir la asana y al regresar a la posición inicial. Cuando se encuentre equilibrado en la posición levantada, respire normalmente. Los practicantes avanzados pueden hacerla hasta por 15 minutos, los principiantes deben comenzar practicándola durante unos pocos segundos para añadir más segundos diariamente. Puede concentrarse en Vishuddhi Chakra o en la glándula tiroides o en la respiración. Sarvangasana se practica idealmente antes de Jalasana. La contrapostura debe ser Matsyasana, Ustrasana o Supta Vayrasana. Y debe ser practicada por la mitad de tiempo que se tome en hacer Sarvangasana junto con Jalasana. No deben practicarla quienes tengan tiroides, hígado o bazo grande, presión alta o cualquier tipo de enfermedad del corazón. Beneficios: Estimula y regula las glándulas tiroides y paratiroides, mejorando así el equilibrio entre los sistemas: circulatorio, digestivo, de reproducción, nervioso y glandular. Corrige el crecimiento incorrecto del cuerpo y aclara los problemas psicológicos al llevar al cerebro una buena provisión de sangre fresca. Ayuda a aliviar el asma, la bronquitis y la elefantitis. Sirve para curar la hemorroides y es eficaz para la descalcificación. Fortalece todo el cuerpo, tonifica las piernas, abdomen, los órganos reproductivos femeninos, la columna y el cuello. Mantiene elástica la columna vertebral y prolonga la juventud. Inhibe la hernia acuosa y elimina la grasa de la cintura. Puede curar la diabetes y la leucorrea. Otro beneficio que se deriva del descanso sobre los hombros es la presión que se ejerce sobre la región de la nuca, dado que se hace un masaje de las glándulas tiroides y paratiroides, de la laringe, faringe y de todos los órganos de la garganta. Su mayor ventaja es reforzar y enriquecer la voz. El dominio de esta asana puede darle al practicante, control sobre la temperatura del cuerpo. |
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